El dicho popular de que las características físicas del abdomen de una gestante indiquen el sexo del bebé es falso, pues carece de sustento científico.
Comúnmente el “saber popular” relaciona a la forma del vientre de la embarazada con la determinación del sexo del bebé por nacer. Se dice que cuando tiene una forma prolongada hacia adelante es que se trata de un varón, y cuando la forma es ensanchada o redonda, será una niña.
Todo ello es un mito falso, pues no hay evidencia científica o estudio que asegure que sea de tal manera la determinación del sexo fetal.
Factores que influyen en la forma del vientre
La forma que va a tomar el vientre durante el embarazo va a depender del grado de firmeza de la piel del abdomen y de la contextura física de la madre. Además, los músculos del vientre, fortalecidos por ejercicios físicos o débiles también influyen.
Por otro lado, se sabe que el tamaño y peso del bebé se relacionan con la salud de la madre y la complexión de los padres. En caso que la gestante padezca diabetes, el bebe puede tener más de 4 kilos,será más grande y el vientre más voluminoso o también puede ocurrir lo opuesto: con un bebé con bajo peso, el vientre será pequeño.
Un mito que surgió por simple observación
Antiguamente las personas se acostumbraron a afirmar sin ningún sustento que la forma del vientre de una gestante es señal del sexo del bebé, solamente observando. Además el galeno refiere que hay una condición del embarazo que podría estar ligada a sexo femenino del feto.
Por ejemplo, a lo largo del primer trimestre, la gestante puede tener náuseas y vómitos, pero si estos síntomas se complican reciben el nombre de Hiperémesis gravídica, lo cual requiere hospitalización.
En esta etapa, la gestante no podrá tomar líquidos y alimentarse adecuadamente. Se dice que cuando esta complicación es muy marcada, está relacionada al exceso de la hormona del embarazo lo cual indicaría que el bebe es de sexo femenino. Aunque no siempre pasa de esta manera.
Dato:
Este mito se basa en diversas costumbres de antepasados, pues anteriormente los embarazos y partos eran atendidos por personas sin preparación médica.