Estar
en la dulce espera es sinónimo de alegría y ternura, pero también se deben
tener en cuenta ciertos cuidados antes, durante y después del parto, para
evitar poner en riesgo la salud de la madre y la del recién nacido.
Uno
de los mayores problemas en la etapa de gestación son los partos prematuros. Los
investigadores la Universidad de Duke en EE.UU, pudieron constatar a raíz de un
análisis en muestras de sacos amnióticos (membranas fetales) de 48 mujeres
después de que dieran a luz, que casi un tercio de
los partos prematuros, se asocian
con el rompimiento prematuro de
las membranas fetales, esto debido a los altos niveles de
bacterias que se asocian con romper la fuente en mujeres embarazadas.
Según el Dr. Nelson
Solís Almonacid, Médico Gineco – Obstetra de Oncogyn, este hecho puede estar
sujeto a que durante el embarazo se dan cambios que condicionan la aparición de
infecciones vaginales, “generalmente se da por el aumento del flujo sanguíneo y
de glucosa, característico en la gestación”.
El especialista sustenta además que
las infecciones vaginales conllevan a la aparición de contracciones que podrían
provocar partos prematuros. “La presencia de vaginosis bacteriana se ha
asociado con resultados adversos en el embarazo, con la ruptura prematura de
membranas, bajo peso del bebé al nacer, amenaza de parto prematuro”, afirma el
Dr. Solís.
Se debe tomar
en cuenta que las complicaciones de los partos prematuros pueden tener efectos de salud a largo plazo tanto para la madre como para el hijo,
por ello es importante una evaluación constante y adecuada durante la
gestación. “Los controles de embarazo deben ser de manera rigurosa, donde su
especialista examine cualquier anomalía
que ponga el riesgo la vida de la madre y del futuro bebé”, señala Solís
Almonacid.
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