martes, 25 de noviembre de 2014

EL TAMAÑO DEL SENO NO GARANTIZA LA PRODUCCIÓN DE LECHE MATERNA

Si pasó por su mente que el tamaño de los senos mide la producción de leche materna durante la época de lactancia, está totalmente equivocada; ese exceso en cuanto al tamaño está determinado por la cantidad de tejido fino graso que poseen, no por la cantidad de glándulas productoras de leche. Así, un pecho pequeño puede tener una glándula mamaria muy desarrollada capaz de producir leche durante mucho tiempo.
Sin embargo, todavía existe ese mito prejuicioso y sin sustento médico que por tener senos pequeños la producción de leche materna se ve disminuida. Se debe desterrar este tipo de enunciados y se debe incentivar la importancia que tiene la leche materna en el recién nacido, siendo su primer alimento e indispensable en los seis primeros meses de vida.
La madre va a producir la cantidad de leche que demande el bebé. Si el bebé mama de forma más continua, se producirá más cantidad de leche, mientras que si el bebé mama poco, la producción de leche se reducirá.
Respecto a su proceso de producción, la leche empieza a formarse durante el embarazo, pero es la reacción hormonal tras el parto la que estimula a las glándulas mamarias a producir leche y a conducirla hasta el pezón para que el bebé pueda acceder a ella. Se trata sin duda, de un proceso natural que es el ideal para el desarrollo del bebé.
Esa producción de leche ocurre en la mayoría de las mujeres tras el parto, aunque hay casos en los que determinadas circunstancias fisiológicas complican la lactancia materna. Pero en ningún caso, el tamaño de los senos es uno de esos impedimentos para dar de mamar al bebé.

Por eso tener los senos pequeños no debe ser un problema para la madre ni para el bebé en cuanto a la lactancia materna. Si es importante la preparación del pezón para que sea más fácil la succión por parte del recién nacido.

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