lunes, 24 de noviembre de 2014

RIESGOS DE SER PAPÁ DESPUÉS DE LOS 40 AÑOS


Sabemos muy bien que las mujeres con el transcurrir de los años ven disminuida su capacidad reproductiva, debido a que en cada menstruación liberan óvulos de manera natural hasta llegar al cese de su ciclo reproductivo, conocido como la menopausia. En el caso de los varones, se cree que son fecundos durante toda su vida y capaces de tener un hijo sin importar su edad biológica, pero lo cierto es que a partir de los 40 años su fertilidad declina en un 70%. 

A medida que el varón envejece, el ADN presente en su esperma comienza a fragmentarse, provocando infertilidad. También hay que tener muy presente que influye mucho el estilo de vida, hábitos dietéticos y estado psicológico para que el varón tenga una vida sexual activa sin ningún problema.

La edad afecta la fertilidad masculina de diversas maneras, porque se ha demostrado el aumento del daño del ADN en el espermatozoide de hombres entre 36 y 57 años es tres veces mayor que los hombres menores de 35 años. Respecto al volumen eyaculado disminuye paralelamente con la edad, el hombre con edades entre el 30 y 35 años produce aprox. 4 ml y a partir de los 55 años, 2ml. La movilidad de los espermatozoides en hombres de 25 años es rectilíneo en un 64%, y a partir de los 55 a 60 años disminuye a un 24%.

Es recomendable para los varones, sin importar la edad, hacerse un espermatograma computarizado, para tener un estudio acertado de su calidad reproductiva. Si encontramos espermatozoides alterados, y deseamos ser padres con ayuda de la reproducción asistida podemos recurrir a la fecundación in vitro  (FIV) en la que se coloca espermatozoides y óvulos en una placa favoreciendo la fecundación en el laboratorio; otra es la técnica de la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), que selecciona e inyecta el mejor espermatozoide al óvulo; así también la microinyección de espermatozoides morfológicamente seleccionados (IMSI), que selecciona los espermatozoides usando un microscopio más potente (aumenta hasta 12 000 veces el tamaño original); y por último tenemos las columnas de anexina, que por intermedio de una especie de imán retiene los espermatozoides con el ADN fragmentado, dejando los de buena calidad libres para ser usados en el procedimiento de reproducción asistida.


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